Se trata de una conversación entre tres personas. Parecen sonreír, mirarse a la cara, decirse algo interesante... pero llevan máscaras. ¿Sonríen de verdad? ¿Lo que se cuentan es importante para ellos? ¿Se escuchan realmente?
Creo que esta imagen es un claro ejemplo de lo que sucede en nuestra sociedad.
Nos ponemos una máscara porque tenemos miedo a mostrarnos como somos, a que el otro nos conozca de verdad, tenemos miedo a ser sinceros.
Porque mostrar el alma es mucho más difícil que mostrar el cuerpo. Pensamos que esto nos hace débiles y sin embargo, creo que, en realidad, la persona que se muestra como es, realmente es muy fuerte, pues no tiene miedo de qué pensarán los demás, ya que se siente segura de sí misma.
Podemos llevar la máscara puesta o intentar ser más sinceros y honestos con nosotros mismos y, por tanto, con los demás.
Gracias.
Patricia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario