Bienvenid@s a mi Blog!!

Hola a tod@s!!:

Bienvenid@s a mi Blog. En él voy a hablar de niños, de psicología y salud, así como de impresiones personales y opiniones que deseo compartir.


También quiero hacer listas de recursos a los que todos podais acudir en busca de información. Pondré vídeos, enlaces, documentos...


¿Por qué voy a hablar sobre la infancia? La respuesta es sencilla. Creo que tenemos mucho que aprender de los niños y creo que hay demasiada información en los libros, universidades, Internet, etc... que no tiene en cuenta al niño y a sus necesidades y que no respeta su desarrollo natural. La mayoría de la información que hay se enfoca desde la perspectiva del adulto. Creo que hay que dejar al niño ser niño, aceptar y vivir el proceso del crecimiento con paciencia y apoyo incondicional. No podemos pretender que un niño se comporte como un adulto.

Por eso, pienso que los adultos somos los que muchas veces creamos problemas en los niños que en realidad no tienen.

Espero que tod@s opineis y que aprendamos juntos.

Saludos!!!

Patricia Gallardo.
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Psicóloga especialista en atención temprana.
Psicomotricista.
Educadora de masaje infantil por AEMI.
Enfermera.


viernes, 15 de marzo de 2013

Todos estamos conectados


Hoy justamente, hablando con una compañera del trabajo decíamos: "todos estamos conectados". 

Y así es. De alguna forma u otra, cada uno tenemos algo que nos une a otro y que forma una inmensa red de la que no somos conscientes.

Os dejo este vídeo, que aunque es muy cortito, refleja bastante bien (al menos para mí) esta idea.

Un saludo. 
Patricia.







Para tí, Ester   :-)

miércoles, 13 de febrero de 2013

El juego en los niños con discapacidad



Los niños con discapacidad (sensorial visual o auditiva, motriz, cognitiva o pluridiscapacidad), normalmente, tienen menos oportunidades de juego. No solo por sus características. Con frecuencia el adulto se centra más en la rehabilitación que en el ocio.
Aunque se pueden aprovechar las horas de terapia como momentos lúdicos, todos los niños, en cualquier caso, necesitan del juego libre para su óptimo desarrollo evolutivo en la medida de sus posibilidades. Es importante respetar su nivel evolutivo (tener en cuenta su desarrollo cognitivo), pero también su edad cronológica (normalización).
  • Los niños que no pueden moverse bien, necesitan más oportunidades para llegar al juguete. Se deben usar juguetes con pulsadores amplios que faciliten la autonomía del niño mientras juega.
  • Los niños con dificultad para interactuar con el entorno a través del lenguaje oral necesitan ser dirigidos por el adulto y/o por otros niños. Necesitan modelos a imitar. Los problemas de comunicación en el juego se pueden paliar con situaciones lúdicas en las que se provoquen peticiones, protestas, comentarios, etc.
  • Los niños con discapacidad auditiva necesitan juegos con mucho contacto visual, de gestos, puzles, etc. Los niños con discapacidad visual necesitan juegos exploratorios táctiles, de contacto físico, de palabras y música, etc. Utilizar juguetes que permitan usar los sentidos no afectados.
  • Los niños con discapacidad cognitiva se benefician de juguetes en los que se pueda llevar a cabo relaciones de causa y efecto, de atención y memoria, de emparejamientos, de seguimiento de estímulos y de barrido, captación de instrucciones, construir secuencias. Usar juguetes con ilustraciones sencillas y evitar personajes poco reales.
Finalmente, el uso de las nuevas tecnologías y de todo tipo de ayudas técnicas de acceso al juego son fundamentales para el desarrollo lo más normalizado posible del juego en los niños con algún tipo de discapacidad.
Por último, no olvides como padre/madre, regalarte con el juego. Compartir parte de tu tiempo de ocio con tu hijo a través del juego es una experiencia grata y enriquecedora para toda la familia.
Fecha de publicación: 28-09-2011
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Cuidado del recién nacido y lactante prematuro



¿Cuándo se dice que un niño es prematuro?
Se dice que un niño es prematuro cuando nace antes de la 37 semana de edad gestacional. La fecha probable de parto se calcula a las 40 semanas de edad gestacional, pero el niño será prematuro solo si nace antes de las 37 semanas.
No todos los prematuros son iguales. No es lo mismo nacer a las 34 semanas que a las 24 semanas. Cuanto más prematuro sea el niño más problemas se pueden presentar y en general hace falta más tiempo de ingreso en una unidad de neonatología.
¿Qué es la edad corregida?
Es bueno que los padres sepan lo que es la edad corregida. A los niños prematuros, para valorar su crecimiento y su desarrollo, hay que descontarles a su edad real las semanas que les faltó en el útero para llegar a la 40 semana de edad gestacional.
Por ejemplo, a un niño que nació en la semana 34 le faltaban seis para llegar a la 40 semana, así que a su edad real hay que descontarle seis semanas, más o menos mes y medio. Es decir, cuando el niño tenga 5 meses realmente será como un niño de 3 meses y medio. Esto es importante, porque si no puede parecer que el niño crece mal o que está algo retrasado cuando no es así.
Esto aún tiene más importancia si el niño fue muy prematuro, por ejemplo de 26 semanas. En este caso le faltaría 14 semanas para llegar a la 40, así que a su edad real habría que descontarle más o menos 3 meses y medio. Por tanto, ese niño a los cinco meses de edad realmente es como un niño de mes y medio.
Hasta los dos años de edad hay que tener en cuenta la edad corregida para todo: para valorar su crecimiento, su desarrollo y para la introducción de nuevos alimentos.
Solo la vacunación se hará con la edad real del niño. Para todo lo demás se tendrá en cuenta la edad corregida.
¿Qué cuidados especiales necesita un niño prematuro?
Cuando un niño prematuro se va de alta a su casa es porque es capaz de comer por sí solo y puede controlar la temperatura en una cuna y ya no hace falta que esté en una incubadora. Así que, en principio, los cuidados serán como los de cualquier recién nacido.
Aunque ya puedan controlar la temperatura en la cuna tiene dificultades para mantener una temperatura constante. Por tanto, si el ambiente está frío es fácil que pierdan calor y se queden fríos, y al revés, también les subirá la temperatura si el ambiente es muy caluroso. Lo ideal es que la habitación en la que esté el niño tenga una temperatura de unos 23 grados.
Por otro lado, tienen más facilidad para sufrir infecciones porque sus defensas no están igual de desarrolladas que las de un niño nacido a término. Por ello, se deben extremar las medidas para prevenir las infecciones.
La más importante de ellas es lavarse las manos cuando se va a tocar al niño o cuando se le va a hacer la comida. Se debe evitar el contacto con personas acatarradas. En los meses de invierno se deben limitar las visitas, sobre todo de niños pequeños que van a guarderías o colegios. Si los que están acatarrados son los padres o los hermanos, además de que se laven las manos, deberían usar mascarilla.
¿Cual es el mejor alimento para los niños prematuros?
El mejor alimento para los niños prematuros es la leche materna. Algunos pueden mamar desde el principio pero otros no podrán hacerlo en los primeros días o en las primeras semanas de vida. En estos casos, la madre se tendrá que sacar la leche que el niño tomará por una sonda que va hasta su estómago.
Cuando se van de alta muchos niños prematuros ya maman sin problemas. Suelen necesitar tomas muy frecuentes, cada dos horas o dos horas y media. Esto se debe a que la capacidad de su estómago es pequeña y también porque cuando maman se cansan enseguida. A veces no pueden mamar toda la leche que necesitan y parte de las tomas hay que suplementarlas con leche que se ha extraído antes la mamá.
Esta leche extra se le puede dar con una jeringuilla o con biberón, lo que se haya considerado que es mejor antes del alta. Si la cantidad de leche de la madre está disminuyendo, puede ser útil poner al niño en contacto piel con piel. La madre desnuda de cintura para arriba se sienta y se coloca al niño desnudo o solo con el pañal entre los pechos. Luego se pueden cubrir ambos con una manta o con la ropa de la madre. Es lo que se llama el método canguro (Figura 1).
De esta forma, se ayuda al desarrollo del niño y se aumenta la cantidad de leche que produce la madre. El cuidado canguro se puede mantener hasta que el niño esté confortable en esa posición. Cuando ya son suficiente maduros ya no quieren estar así y lo demuestran porque trepan por el pecho de la madre como queriendo salir de las ropas o la manta que les cubre. A veces viene bien contactar con los grupos de apoyo para la lactancia que hay en casi todas las ciudades.
                               
            Figura 1. Posición para el contacto piel con piel o cuidado canguro
Si el niño no toma leche de la madre, se le alimentará con la leche artificial que le indique su pediatra. En general, cuando ya están de alta toman las mismas leches que los niños nacidos a término.
Algunos prematuros precisan durante algún tiempo leches artificiales con más calorías. Estas leches son leches especiales y se deben seguir las indicaciones de su pediatra. A veces les cuesta mucho tiempo tomar el biberón, se cansan y hay que darles un tiempo de descanso. Para alimentar a un niño prematuro a veces hace falta mucha paciencia.
También los niños prematuros que toman leche artificial pueden beneficiarse del cuidado canguro o contacto piel con piel. Puede ser muy gratificante tanto para la madre y padre como para el niño.
¿Cómo es el desarrollo de un niño prematuro?
Casi todos los niños prematuros tendrán un desarrollo normal, pero algunos niños prematuros pueden tener problemas en su desarrollo motor, es decir dificultades para sentarse o caminar o para coger objetos con las manos. Otros niños pueden tener dificultades en la visión o para oír o problemas de comportamiento.
Si los padres tienen cualquier duda sobre el desarrollo de su hijo deben consultar con el pediatra. Muchas veces los padres son los primeros en darse cuenta de que hay un problema porque son los que más horas pasan con el niño.
Como ya se ha dicho antes, para valorar el desarrollo es muy importante tener en cuenta la edad corregida. Por ejemplo, los niños a término se sientan solos hacia los seis meses de edad, la mayor parte de los prematuros se sientan entre los seis y los siete meses de edad corregida y caminan sobre el año de edad corregida. Si se considera la edad real pueden surgir preocupaciones no justificadas porque el desarrollo de los niños prematuros debe valorarse siempre con edad corregida.
Los niños muy prematuros, con una edad gestacional menor de 30 semanas, o los que han tenido problemas graves durante el ingreso en la unidad neonatal, pueden beneficiarse del apoyo que se presta desde los centros de atención temprana.
Se le puede preguntar al pediatra si él cree oportuno remitir al niño a uno de estos centros. El pasar tiempo con el niño jugando con él o hablándole será bueno para su desarrollo. Se ha visto que hablar a los niños prematuros, contarles historias o leerles cuentos desde muy pequeños les ayuda a su desarrollo.
Fecha de publicación: 11-11-2011
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La importancia del contacto físico.



Nacemos indefensos
Al nacer con solo el 25% de nuestro cerebro desarrollado, el humano es el cachorro más frágil e indefenso de la naturaleza. Es el que más depende de su madre y de su padre para sobrevivir, crecer y llegar a adulto. El bebé nace con las habilidades imprescindibles para su supervivencia, para que se establezca el vínculo madre hijo y para facilitar la futura relación de apego con su madre y con su padre.
Y, por otro lado, el 75% del cerebro del ser humano se va a desarrollar en los 2-3 primeros años. Ahora sabemos que el trato que haya recibido durante esa etapa tan sensible será muy importante en el desarrollo de su cerebro.
Cómo es un bebé
Los bebés se pasan mucho tiempo dormidos o adormilados y, cuando están despiertos, inquietos o llorando. Pero de tanto en cuanto les sorprendemos alerta, prácticamente inmóviles, atentos a lo que pasa a su alrededor. En alerta tranquila se ha comprobado que los recién nacidos conocen a su madre por su olor y por su voz desde antes de nacer. Ven muy bien de cerca, y buscan (y necesitan) intercambiar miradas con la persona que les cuida. Son capaces de devolver un gesto o una sonrisa. Necesitan sentirse protegidos, calientes y necesitan el alimento. Para ello, conviene que estén pegados a su madre (y a su padre) día y noche. Los bebés que están en contacto permanente con su madre o su padre duermen más tranquilos y sólo lloran cuando están enfermos.
Vínculo afectivo
El vínculo madre-hijo o padre-hijo (vínculo afectivo) son los lazos emocionales que se establecen entre la madre y su hijo (o entre el padre y su hijo) que capacitan a los padres para que se sacrifiquen para el cuidado de su hijo. Es un instinto biológico que garantiza la supervivencia y promueve la replicación y la protección de la especie. Es algo, por tanto, inconsciente. No se provoca, sino que ocurre. No es el amor materno-filial.
Contacto precoz
La primera hora parece tener gran importancia en el establecimiento del vínculo afectivo. Tras el trabajo del parto, madre e hijo están en alerta tranquila, pendientes de lo que pasa a su alrededor.
Si se le deja boca abajo en contacto piel con piel entre los pechos desnudos de su madre, poco a poco el recién nacido va reptando hacia los pechos mediante movimientos de las extremidades. Pone en marcha los reflejos de búsqueda y succión de su puño (que conserva el olor del líquido amniótico). Huele la piel de su madre (que huele como su puño) y se dirige hacia la areola (que reconoce por su color oscuro y por su olor). Nota el pezón en su mejilla y, espontáneamente, comienza a succionar.
En el posparto inmediato aumenta la sensibilidad de la piel de la areola y del pecho de la madre. El contacto de su hijo piel con piel en esa zona da lugar a un aumento de la secreción de oxitocina. Es la hormona del comportamiento maternal, que contribuye al acceso de amor hacia el bebé. La madre, con un pico de oxitocina, en alerta, sintiendo a su hijo tan deseado reptar, lamer y succionarla y que la mira fijamente con esos ojos tan abiertos, embelesado. El establecimiento del vínculo afectivo es un momento mágico.
Si, por lo que sea, ha tenido que ser separado precozmente de su madre, aun están a tiempo de establecer el vínculo madre-hijo. Porque cada vez que madre e hijo disfrutan del contacto piel con piel, la madre segrega oxitocina. El bebé pondrá todas sus habilidades en marcha para agarrarse al pecho y para acabar mirando a su madre a los ojos. Y se ha comprobado que pasa lo mismo cuando es el padre el que disfruta del contacto piel con piel con su bebé.
El bebé disfruta enormemente del contacto piel con piel tanto si la madre va a amamantarlo como si le va a alimentar con biberones, tanto en el posparto precoz como en cualquier otro momento. Los bebés, en contacto con la piel de su madre o de su padre se tranquilizan si están inquietos. Se sienten protegidos, seguros, calientes, amados. Ambos, madre y bebé, necesitan ese contacto. Necesitan que la madre experimente el pico de oxitocina y que se vincule estrechamente con su hijo. El bebé no mamará, pero buscará la mirada de su madre y se quedará embelesado mirándola con esos ojos que son todo pupila.
Apego y crianza
La relación de apego son los lazos emocionales que el bebé desarrolla con su madre y, más tarde, con su padre. Va construyéndose día tras día y mes tras mes durante la infancia.
El apego se puede definir como la regulación madre-bebé de las emociones con el fin de lograr un desarrollo emocional normal. Los bebés son sociables por naturaleza. Dependen de los demás para sobrevivir. Como afirmó Winnicott “Un bebé no puede existir solo, sino que es esencialmente parte de una relación”. El bebé no sabe controlar ni regular sus emociones. No sabe qué es lo que siente o la emoción que experimenta. A través de las respuestas de la madre a sus necesidades, el bebé aprende a autorregularse. Dependiendo de cómo haya sido criado, poco a poco se va forjando su carácter.
El cerebro derecho, en el que radican el instinto, las emociones y la comunicación no verbal, predomina en el niño durante los primeros 2-3 años. Para comunicarnos con nuestros bebés, deberíamos dejarnos llevar por nuestras emociones e instintos. El llanto de su hijo ocasiona en la madre una respuesta innata de cogerle en brazos, de calmarle y de atenderle. Los consejos tipo “si le coges en brazos, le vas a malcriar”“déjale llorar, que no es malo que llore” van totalmente en contra del instinto maternal y obstaculizan el establecimiento de una relación de apego seguro del bebé con su madre.
Los adultos que han disfrutado de una relación de apego seguro con su madre son personas más cálidas, más estables desde el punto de vista emocional. Tendrán relaciones íntimas más satisfactorias, más positivas. Están más integradas socialmente y tienen perspectivas coherentes de sí mismos. En contra de lo que siempre se ha dicho, tener al bebé en brazos, e incluso dormir con él, lo hace más independiente el día de mañana. Una relación de apego seguro le aporta las armas emocionales adecuadas para una buena adaptación y relación social. Una relación de apego seguro es el mejor regalo que se puede hacer a un hijo.
El adulto independiente ha sido un bebé totalmente dependiente y, posteriormente, un niño autónomo. Durante el primer año de vida no hay que educar a los niños. Hay que cuidarlos, atender a sus necesidades, tenerlos en estrecho contacto para que se sientan calientes, seguros y protegidos.
Fecha de publicación: 2-12-2012
Autor/es:

domingo, 27 de enero de 2013

El espejo en el que se miran los niños.

Hace poco he leído esta frase:

"NO TE PREOCUPES PORQUE TUS HIJOS NO TE ESCUCHAN, PREOCÚPATE PORQUE TE OBSERVAN TODO EL DIA "




Y he pensado en escribir este post, en relación a lo que observo en mi trabajo con los niños y sus padres.

Cada día vienen padres que me plantean dudas sobre lo que sus hijos hacen o no hacen. 

- "Mi hijo no come trocitos".
- "Mi hijo no tiene horarios en la comida".
- "Mi hijo está gordo"
- "No hace deporte"
- "Contesta mal"
- "No come verduras"

y podríamos seguir así durante muchas líneas.

Pues bien, lo que muchos padres no se preguntan es qué imagen proyectan ellos en sus hijos. Es decir, qué hacen ellos, cómo se comportan o qué no hacen.

Seguramente esos padres no coman verduras, no les pongan trocitos a sus hijos para que prueben comidas nuevas, no tienen horarios de comidas, de sueño ni de muchas cosas, no hacen deporte, gritan a sus hijos o se ponen muy nerviosos.

Los niños aprenden por observación y aprenden de sus padres. Los adultos somos el modelo de los niños. 

Si los padres no tienen horarios, ¿cómo esperan que sus hijos los tengan?
Si no hacen deporte, ¿cómo esperan enseñarles que el deporte es bueno y que lo hagan?
Si comen grasas, fritos, no comen verduras, ¿cómo quieren que sus hijos coman variado?

Plantearse esto supone un ejercicio de introspección, de "mirarse" dentro, de hacer una valoración de nuestros comportamientos.

Las relaciones familiares se retroalimentan, es decir, lo que hace "A" repercute en "B" y lo que hace "B" repercute, a su vez, en "A". 

Así que, si yo como adulto, cambio un comportamiento, por muy sutil que me parezca, el comportamiento de mi hijo también cambiará.

Muchas veces, los problemas cotidianos que se plantean, podrían resolverse de esa manera. Lo que pasa es que todos debemos hacer un esfuerzo por cambiar. No es sólo el hijo el que tiene que cambiar, ni mucho menos, es toda la familia la que tiene que hacerlo.
Por eso, llevar al niño a terapia sin implicación de la familia, no funciona.

Tú eres el espejo en el que se mira tu hijo. Eres su modelo a imitar.

Un saludo.
Patricia.

sábado, 26 de enero de 2013

Coger al bebé en brazos siempre que llore. Artículo del ABC.


Los expertos recomiendan a las madres que hagan caso omiso a la manida crítica: «no cojas tanto al niño que lo malcrías»

Día 26/01/2013 - 02.12h



La mayoría de las imágenes que reflejan la idea de una maternidad son mujeres con hijos en brazos. Resultaría bastante chocante ilustrar un texto sobre crianza, bebés, amamantar… con una imagen de una mujer cruzada de brazos y su hijo acostado en un carrito... mientras llora. Enseguida nos preguntaríamos qué problema ilustra esa imagen. De manera inconsciente tenemos asumido que los brazos de una mamá es el espacio ideal donde los bebés y no tan bebés, descansan, se acurrucan, dormitan, están plácidos.
Sin embargo si preguntamos a mujeres madres cuántas veces han escuchado la manida frase: «no lo cojas tanto en brazos que lo acostumbras» muchas, con toda probabilidad, nos contarán que «muy a menudo». Y es que parece que haya una conspiración en contra de los más indefensos; los bebés. Es como si se hubiese tornado en dogma de fe que cogerlos en brazos, efectivamente, los malcría, los vicia.
Habría que preguntarse seriamente qué significan esos conceptos o también preguntar de dónde han salido esas ideas tan poco cercanas a la realidad. Póngase en situación: viernes noche, película en el sofá tranquilamente después de una larga semana, sentada con su pareja. Suponiendo que esté usted a gusto con esa pareja (y los bebés lo están con sus mamás), ¿preferiría que su pareja le cogiese de la manoy de vez en cuando le dedicase un arrumaco o, por el contrario,preferiría la frialdad de cada uno en un sofá y bien apartados?

Relación idílica

Si la relación es buena, es de cariño, los abrazos son bienvenidos. En el caso de los niños y muy especialmente de los bebés, la relación con sus madres es idílica, de hecho no hay fisuras. No han tenido el tiempo de la desilusión que tenemos los adultos. Por eso los niños necesitan brazos, abrazos, amor, caricias. Y estos signos de cariño ni malcrían ni crean vicio. ¿Le crea a usted vicio abrazar a su pareja?, ¿Si su marido le diera besos cada mañana de buenos días o de buenas noches le diría que lo espacie en días alternos para evitar futuros males? Entonces,¿por qué esa frialdad con los niños que son, precisamente, los que menos entienden y atienden a esas normas sociales? Si usted llora desconsolada porque está triste prefiere que su pareja la abrace y le diga que todo saldrá bien o por el contrario aceptaría de sumo gusto que esperase a que usted se calme sola? ¿Cómo es posible que lo que en adultos vemos bien y natural en bebes/niños lo veamos como una manera de malcriar?
Hemos preguntado al conocido pediatra Carlos González, autor, entre otros libros de Bésame Mucho (Temas de Hoy) un fantástico manual que explica pormenorizada y científicamente el porqué los cachorros de los humanos necesitan tanto de los brazos y, además, por qué todos (todos) los niños piden brazos: «Porque los necesitan. Por lo mismo que se abrazan los amigos y se besan los enamorados. Los seres humanos tenemos necesidades afectivas, necesitamos la presencia física, la atención y el contacto físico de los seres queridos. Y esa necesidad es particularmente intensa en la primera infancia, porque los niños pequeños no pueden sobrevivir sin sus padres. Vienen al mundo con el instinto de relajarse felices en brazos de su madre, y de llorar desesperados cuando su madre se aleja».
Una madre generalmente viene acompañada del instinto que complementa al del bebé y ése es el de atender sus necesidades (generalmente en forma de llanto), sin embargo muchas madres se encuentran con un terrorífico muro: las críticas. Muchas son las que, presionadas por el entorno que les rodea dejan de atender a su bebé cuando llora como ellas quisieran y en contra de lo que su instinto les dice: cogerlos en brazos, achucharlos, consolarlos, acunarlos. ¿Qué hacer frente a esas críticas? Desde luego obviarlas, y, como dice Carlos González, «por suerte apenas nadie dice ya esas tonterías pero si las escuchamos, obviarlas, nadie puede obligarnos a no querer a nuestros hijos».

Beneficio psicológico

Muchas veces para demostrar la defensa de alguna práctica se recurre a los estudios científicos. En este caso se podría tratar de reunir factores psicológicos que lo aconsejaran y preguntándoles al afamado pediatra nos dice tranquilamente: «¿Qué es un beneficio psicológico? Los padres están a gusto, los bebés también, ¿hace falta algo más?». A veces la lógica aplastante supera con creces cualquier tesis sesuda basada en miles de experimentos.
Pero, por si alguna madre (padre) todavía quisiera tener alguna argumentación que le parezca válida de cara a las críticas que cree que no puede o no sabe combatir, siempre puede decir que los niños que están en brazos mucho tiempo tienen menos cólicos y lloran menos, y eso sí está demostrado. Preguntamos a Carlos González si esta teoría es cierta y nos la confirma: «En general, los niños que van todo el tiempo colgados de sus madres (es decir, la mayor parte de los niños del mundo) lloran muy poco. Es lógico. No tienen muchos motivos para llorar».
Es importante resaltar dos aspectos: el importante dato de que la mayoría de los niños del mundo van casi siempre en brazos, ya que la costumbre de llevarlos en carritos es nueva, propia de las sociedades muy modernas y llenas de prisas donde la quietud y la calma han pasado a segundo plano. Por otro lado, es muy importante reseñar algo muy obvio, pero no por ello menos importante: si la persona que más te quiere del mundo constantemente te besa y te abraza, ¿qué motivos tendrías para llorar?
Curioso cómo las cosas sencillas han ido progresivamente cambiando con los años y perdiendo su razón de ser. La próxima vez que te lo cuestiones, recuérdalo: cógelo en brazos, sí, sigue tu instinto. No lo estás haciendo mal, muy al contrario, estás creando con algo tan sencillo como abrazar, un ser humano lleno de seguridad. La seguridad de que alguien tan importante como su madre lo quiere y lo protege.

Emociones desde la infancia







En este capítulo de Redes, Elsa Punset habla de cómo el origen de las emociones tienen lugar en la primeros años de vida y de las diferencias que hay entre criarnos en un entorno seguro de otro que no lo es, en relación a la vivencia de nuestras emociones y de la configuración de nuestra personalidad.

En unos pocos minutos, podréis daros cuenta del poder de la inteligencia emocional y de generar emociones positivas.


Si quieres ver el capítulo completo de Redes (Aprender a gestionar las emociones), puedes hacerlo desde aquí: https://youtu.be/q-KkdMrAz-8


Un saludo.
Patricia.

Fotos de partos

Si queréis ver fotos de partos realmente espectaculares, os invito a visitar la página de una fotógrafa especializada en este tipo de fotografía. 

Para nada son fotos desagradables (lo digo por si alguno piensa en ello mientras está leyendo esto). Al contrario, son fotos muy respetuosas y que muestran la belleza de este momento.

La llegada al mundo desde diferentes perspectivas.
Un saludo.
Patricia.









Frases-mitos en la crianza


Navegando por Internet, he encontrado esta imagen que me parece realmente significativa sobre lo que escuchamos acerca de la crianza de los bebés. 

Por desgracia, a todos nos suenan estas frases, porque en algún momento todos las hemos escuchado y, de tanto oirlas, muchas personas creen que son "verdades incuestionables". 

En la consulta de enfermería escucho muchas de estas frases y lo peor es cuando estas frases se dicen como grandes verdades por parte de los profesionales. Los padres se marchan pensando que, si las dice un profesional, serán verdad.

Ahí las dejo. Cada uno que piense o se cuestione lo que quiera. 

Un saludo.

Patricia.





martes, 22 de enero de 2013

Guión de vida. Eric Berne.

El guión de vida es un concepto acuñado por Eric Berne: sería una especie de plan que elaboramos en la infancia de manera inconsciente, influidos por las figuras de referencia (especialmente padres y tutores) y que vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida.

Independientemente de que eso sea así de un modo exacto y preciso, sí que me parece útil rescatar la idea de guión de vida de modo que nos ayude a entender por qué actuamos como lo hacemos. Todos hemos recibido, en mayor o menor medida y con un impacto más o menos grande, mensajes de lo que era o debía ser la vida por parte de las personas que estaban a nuestro cuidado. Y no son mensajes casuales, sino creencias y valores repetidos una y otra vez. Y no sólo verbalmente, sino también a través de los comportamientos que veíamos y del lenguaje corporal de esas personas. Una mirada de desaprobación de nuestra madre podía bastar para que no tocáramos algo.

Vamos a poner un ejemplo. Imaginemos que hemos nacido en una familia en que nuestro padre era abogado, o médico o alguna otra profesión liberal que suela conllevar bastante dedicación. Desde pequeños nuestro padre nos ha resaltado los valores del trabajo y le hemos visto dedicar a él numerosas horas. Incluso le hemos visto sacrificar tiempo libre por sus “obligaciones”. ¿Realmente pensáis que eso no tendrá influencia sobre el niño? Es posible que ese niño sea a su vez abogado, o médico o tal vez ingeniero y desarrolle una carrera profesional exitosa. La pregunta es ¿es suyo ese guión de vida o es heredado?
Puede parecer que estoy hablando de algo intangible, de las influencias normales que todos hemos tenido, pero la clave está en cuáles de nuestros potenciales y habilidades nos han permitido desarrollar y cuáles no. Pues entre todas esas partes desaprobadas, puede estar nuestra verdadera esencia, ese yo que a veces lucha por salir. La pregunta pertinente aquí es si estás viviendo tu verdadera vida o tal vez, sin darte cuenta, estás viviendo la vida de “otro”. Una pregunta difícil de responder pues te obliga a bucear en tu verdadero yo y descubrir quién eres realmente. Y saber así, si eres el guionista de tu vida o estás siguiendo un guión ajeno.


¿De quién es el guión que vives?



Las personas nacen príncipes y princesas hasta que sus padres les convierten en ranas.
Eric Berne


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