¿Y ser adulto? Pues yo diría que lo mismo.
Prohibir que los niños se manchen, no dejarles que exploren, decirles que tengan cuidado cada vez que van a hacer algo, genera personas dependientes e inseguras a la larga, con dudas y miedos.
¿Es tan grave que nos manchemos? ¿Que nos equivoquemos? ¿Que pensemos? ¿Que digamos lo que sentimos? ¿Que seamos sinceros y espontáneos? ¿Que tengamos imaginación?
Mi reflexión de hoy es simple: prueba a mancharte, que luego se lava. Vamos, que no pasa nada y no es una catástrofe.
Un saludo.
Patricia.
Aprender es un peligro, porque mancha, nos hace disfrutar y nos equivocamos, pero es la mejor forma de aprender, marcharnos, ponernos en peligro,....
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