Hace poco he leído esta frase:
"NO TE PREOCUPES PORQUE TUS HIJOS NO TE ESCUCHAN, PREOCÚPATE PORQUE TE OBSERVAN TODO EL DIA "
Y he pensado en escribir este post, en relación a lo que observo en mi trabajo con los niños y sus padres.
Cada día vienen padres que me plantean dudas sobre lo que sus hijos hacen o no hacen.
- "Mi hijo no come trocitos".
- "Mi hijo no tiene horarios en la comida".
- "Mi hijo está gordo"
- "No hace deporte"
- "Contesta mal"
- "No come verduras"
y podríamos seguir así durante muchas líneas.
Pues bien, lo que muchos padres no se preguntan es qué imagen proyectan ellos en sus hijos. Es decir, qué hacen ellos, cómo se comportan o qué no hacen.
Seguramente esos padres no coman verduras, no les pongan trocitos a sus hijos para que prueben comidas nuevas, no tienen horarios de comidas, de sueño ni de muchas cosas, no hacen deporte, gritan a sus hijos o se ponen muy nerviosos.
Los niños aprenden por observación y aprenden de sus padres. Los adultos somos el modelo de los niños.
Si los padres no tienen horarios, ¿cómo esperan que sus hijos los tengan?
Si no hacen deporte, ¿cómo esperan enseñarles que el deporte es bueno y que lo hagan?
Si comen grasas, fritos, no comen verduras, ¿cómo quieren que sus hijos coman variado?
Plantearse esto supone un ejercicio de introspección, de "mirarse" dentro, de hacer una valoración de nuestros comportamientos.
Las relaciones familiares se retroalimentan, es decir, lo que hace "A" repercute en "B" y lo que hace "B" repercute, a su vez, en "A".
Así que, si yo como adulto, cambio un comportamiento, por muy sutil que me parezca, el comportamiento de mi hijo también cambiará.
Muchas veces, los problemas cotidianos que se plantean, podrían resolverse de esa manera. Lo que pasa es que todos debemos hacer un esfuerzo por cambiar. No es sólo el hijo el que tiene que cambiar, ni mucho menos, es toda la familia la que tiene que hacerlo.
Por eso, llevar al niño a terapia sin implicación de la familia, no funciona.
Tú eres el espejo en el que se mira tu hijo. Eres su modelo a imitar.
Un saludo.
Patricia.
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