Bienvenid@s a mi Blog!!

Hola a tod@s!!:

Bienvenid@s a mi Blog. En él voy a hablar de niños, de psicología y salud, así como de impresiones personales y opiniones que deseo compartir.


También quiero hacer listas de recursos a los que todos podais acudir en busca de información. Pondré vídeos, enlaces, documentos...


¿Por qué voy a hablar sobre la infancia? La respuesta es sencilla. Creo que tenemos mucho que aprender de los niños y creo que hay demasiada información en los libros, universidades, Internet, etc... que no tiene en cuenta al niño y a sus necesidades y que no respeta su desarrollo natural. La mayoría de la información que hay se enfoca desde la perspectiva del adulto. Creo que hay que dejar al niño ser niño, aceptar y vivir el proceso del crecimiento con paciencia y apoyo incondicional. No podemos pretender que un niño se comporte como un adulto.

Por eso, pienso que los adultos somos los que muchas veces creamos problemas en los niños que en realidad no tienen.

Espero que tod@s opineis y que aprendamos juntos.

Saludos!!!

Patricia Gallardo.
patriciagallardo@gmail.com
http://www.wix.com/patriciagallard7/masaje-infantil
--> web de masaje infantil
http://www.facebook.com/infanciayotrascosas --> haz clic en "Me gusta", hazte fan y sigue mi página!!


http://alpiedelacama.blogspot.com.es/ --> mi blog de enfermería

Psicóloga especialista en atención temprana.
Psicomotricista.
Educadora de masaje infantil por AEMI.
Enfermera.


lunes, 2 de abril de 2012

Abuso materno: el niño como fruto codiciado




Si no hemos sido suficientemente amados ni nutridos por nuestra madre…creceremos con la esperanza permanente de que alguien nos alimente. A medida que vamos encarando relaciones personales durante la juventud o adultez, funcionarán siempre y cuando el otro satisfaga nuestras necesidades infantiles no satisfechas en el pasado, valga la redundancia. Por ejemplo, me enamoré de Fulano porque me daba seguridad. Me gustó Mengana porque yo era lo más importante en su vida. Esta ilusión, basada en que el otro se va a convertir en una Madre Dadora, suele ser el pulso básico en la mayoría de las relaciones afectivas. ¿Por qué? Porque todos nosotros provenimos de lamentables infancias de carencias diversas. La cosa se complica cuando nace un niño. Si a ese niño le ha tocado una madre como cualquiera de nosotras, es decir, alguien que necesita alimentarse de amor y que padece hambre emocional, ese niño será el bocado perfecto. La criatura aparece cuando las demás personas (pareja, amigos/as, familiares) ya no están dispuestos a seguir respondiendo a nuestras demandas insaciables. Se van. Trabajan. Hacen su vida. ¿De quien podemos nutrirnos entonces? De nuestro/a hijo/a, claro. El niño no puede escapar. ¿a dónde va a ir?. Si las madres precisamos que nuestro hijo nos mire, nos admire, nos dé la razón, nos cuide, nos proteja, nos justifique, nos comprenda y nos haga sentir orgullosas…la criatura, por supuesto, lo hará. Ya que no hay nada más importante en la vida de un niño pequeño, que su madre.

Este es el mayor drama, a mi juicio. El niño -que debería llegar al mundo para ser protegido y amparado por nosotras, sus madres- apenas sea capaz, se verá obligado a proteger nuestros aspectos más infantiles. ¿Cómo lo sabemos? Evoquemos nuestras infancias. Es muy probable que recordemos con lujo de detalles los anhelos de mamá, las preocupaciones de mamá, las quejas de mamá, los sueños inalcanzables de mamá. ¿qué recordamos de nosotros mismos? Casi nada. O aquello que mamá ha dicho respecto a nuestras conductas. Si mamá sufría, si mamá no tenía plata, si papá le pegaba, si a mamá la engañaban, si a mamá la habían criado las monjas, si la abuela paterna era una bruja, si papá no la dejaba trabajar; o bien, si mamá tenía que trabajar mucho, si nunca tenía tiempo para nosotros, si se sacrificaba, si viajaba, si su vida era muy dura, si había tenido un aborto, si sufría depresiones, si estaba enferma….quedaba establecido que nosotros teníamos que apoyarla. ¿Cuál era el problema? Que hemos crecido en un ámbito en el cual no pudimos desplegar nuestros propios deseos, porque los de mamá inundaron todo el espacio disponible.

Este panorama, suele ser similar tanto si se trata de hijos varones como de hijas mujeres. Estamos hablando de abuso emocional materno. El abuso materno suele ser invisible y confuso. Es preciso reconocer si hemos sido succionados por nuestra madre, para comprender los niveles de desvitalización, sometimiento, falta de vocación o distancia respecto a nuestras potencialidades. Y para registrar la dimensión de nuestro hambre emocional y saber si estamos devorando a un otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...