Hace poco vi la película de Tarzán, de Disney, en la que se nombraba el "estreñimiento emocional".
Lo primero que hice fue reirme de la expresión, pero luego pensé: un momento, creo que refleja claramente lo que esta sociedad está viviendo, lo que muchas personas sufren cada día.
Estreñimiento emocional: retener las emociones, no soltarlas.
Puede que la expresión suene un poco escatológica, pero es que me parece que es muy gráfica y deja claro que hay una falta de expresión de emociones que causa tantos problemas!!
Contener las emociones, no contarlas, no expresarlas, crea las peores enfermedades y la mayor infelicidad.
Es por eso, que la base para aprender a no ser unos estreñidos emocionales es la infancia. Desde las edades más tempranas, los niños tienen derecho a que se les explique, se les hable de los que sentimos los adultos y de lo que ellos sienten. Es la única manera de que ellos puedan poner nombre a las emociones que sienten o que luego sentirán.
Porque muchas veces, cuando le preguntas a un niño cómo está, no sabe decirte más que bien o mal, pero no sabe toda la gama de emociones que puede sentir una persona porque nunca nadie se lo ha contado.
Esto de lo que estoy hablando tiene que ver con la Inteligencia Emocional, expresión que está muy de moda últimamente y que es lo mismo que estoy diciendo. Se trata de conectar las emociones con uno mismo; saber qué es lo que siento, poder verme a mi y ver a los demás de forma positiva y objetiva. La Inteligencia Emocional es la capacidad de interactuar con el mundo de forma receptiva y adecuada.
MIEDO............SORPRESA...........AVERSIÓN- ASCO........IRA.........ALEGRÍA........TRISTEZA.....